La influencia de la familia es fundamental en el desarrollo de la persona y en su actitud ante la vida. Facilítales desde pequeños el diálogo, hablar sobre sus vivencias, ayúdalos a buscar soluciones a los problemas que tengan. Pon y explica normas de convivencia.
Aunque conviene ser muy prudentes, ya que los adolescentes se encuentran en un momento de cambio, hay determinados comportamientos, y como éstos se manifiestan, que pueden ser indicativos o nos pueden hacer sospechar de que se están iniciando en el consumo de drogas o que están abusando de las nuevas tecnologías.
¿Qué señales se pueden detectar?
- Cambio brusco de comportamiento: más esquivo, más reservado, reacciones agresivas ante preguntas…
- Procura no dar explicaciones de lo que hace, cómo y dónde gasta el dinero.
- Disminuye el rendimiento escolar, abandona los estudios.
- Aislamiento físico o pasa mucho tiempo en su habitación.
- Abandona sus aficiones.
- Cambios bruscos de humor.
¿Qué podemos hacer ante estas señales?
Si sospechamos que nuestros hijos inician un consumo o abusan de las nuevas tecnologías:
- Encuentra el mejor momento para hablar y coméntale lo que te preocupa.
- Infórmate sobre la vida que lleva sin presionar, coméntale las cosas que te hacen dudar y si sus respuestas no coinciden con lo que has visto, vuélvele a plantear tus preocupaciones y deja que se exprese.
- Si has visto indicios de consumo, demuéstrale lo que has visto y pídele que te explique qué le pasa.
- Si te reconoce algún consumo o abuso de algún comportamiento, coméntale los peligros que pueden derivar, posiciónate en desacuerdo y motívalo/a para acudir conjuntamente o de manera individual a un profesional para que os asesore de los riesgos de los consumos que ha hecho.
- Asesórate con un profesional. Dependiendo de su comportamiento y de tus sospechas, actúa y escoge con qué profesional hablar (equipo técnico del centro donde estudia, médico de referencia, centros de atención a las adicciones…).